Claves para enfrentar un procedimiento de responsabilidad administrativa.

Los servidores públicos en México desempeñan un papel fundamental en la gestión gubernamental, pero también están sujetos a estrictas normas de conducta. La Ley General de Responsabilidades Administrativas establece las obligaciones, faltas y sanciones aplicables en caso de incumplimiento. Sin embargo, muchas y muchos servidores públicos desconocen cómo funciona el proceso de investigación y sanción, qué tipos de faltas existen y qué hacer si son sujetos de una investigación.
Este artículo busca sensibilizar a los servidores públicos sobre la importancia de contar con asesoría legal especializada y ofrecer una guía clara sobre cómo actuar en estos casos.
1. ¿Qué son las responsabilidades administrativas y cuáles son sus consecuencias?
La Ley General de Responsabilidades Administrativas establece en sus artículos 49 al 50 las faltas administrativas no graves y en los artículos 51 al 64 las faltas administrativas graves. Las primeras incluyen incumplimientos de obligaciones que afectan la eficiencia y transparencia del servicio público sin representar un daño severo, mientras que las segundas implican actos de corrupción, abuso de autoridad o conductas que afectan gravemente el interés público.
Las sanciones varían dependiendo de la gravedad de la falta. Para las faltas administrativas no graves, la autoridad competente puede imponer amonestaciones, suspensiones temporales, sanciones económicas o incluso destitución en casos reiterados. En cambio, las faltas graves pueden derivar en inhabilitación para ocupar cargos públicos, sanciones económicas significativas y, en ciertos casos, responsabilidades de índole penal. Estas sanciones son aplicadas por los Órganos Internos de Control en el caso de faltas no graves y por el Tribunal Federal de Justicia Administrativa para las faltas graves.
Las responsabilidades administrativas se dividen en faltas no graves y faltas graves, cada una con sanciones y repercusiones distintas:

Faltas administrativas no graves
Se refieren a incumplimientos de las funciones del cargo que, si bien afectan la operatividad del servicio público, no representan un daño grave a la administración. Ejemplos incluyen:
Retraso injustificado en la entrega de informes o documentos oficiales.
Incumplimiento de deberes de supervisión de personal a cargo.
Falta de actualización en la declaración patrimonial.
Las sanciones para estas faltas pueden incluir amonestaciones, suspensiones temporales o incluso destitución en casos reiterados.
Faltas administrativas graves
Involucran actos de corrupción y abuso de poder con consecuencias serias. Algunos ejemplos son:
Cohecho (aceptar sobornos).
Peculado (uso indebido de recursos públicos).
Conflicto de interés no declarado.
Las sanciones pueden ir desde inhabilitación para ocupar cargos públicos hasta sanciones económicas y responsabilidad penal.
2. ¿Cómo funciona el proceso de investigación y sanción?
El proceso de investigación y sanción de las responsabilidades administrativas está regulado en los artículos 90 al 112 de la Ley General de Responsabilidades Administrativas.
Estos artículos detallan los pasos que siguen las autoridades para detectar, investigar, substanciar y resolver las faltas administrativas cometidas por servidores públicos. Desde la presentación de una denuncia hasta la imposición de sanciones, el procedimiento busca garantizar la transparencia y legalidad en la determinación de responsabilidades.

Las autoridades involucradas en este proceso se dividen en tres etapas clave. En la investigación preliminar, la Autoridad Investigadora, que puede ser la Secretaría de la Función Pública, los Órganos Internos de Control o las unidades de responsabilidades de las empresas productivas del Estado, se encarga de recabar pruebas y determinar si existen elementos suficientes para continuar con el procedimiento. Si se identifica una posible responsabilidad administrativa, se emite un Informe de Presunta Responsabilidad Administrativa.
Posteriormente, en la etapa de substanciación, la Autoridad Substanciadora, que también puede ser un Órgano Interno de Control o la Secretaría de la Función Pública, dirige el procedimiento y concede al servidor público investigado su derecho de audiencia para que presente pruebas en su defensa. Finalmente, en la fase de resolución y sanción, la Autoridad Resolutora impone la sanción correspondiente. Para faltas no graves, la sanción es determinada por los Órganos Internos de Control, mientras que para faltas graves, el caso es remitido al Tribunal Federal de Justicia Administrativa, quien emite una resolución definitiva.
Cuando un servidor público es señalado por una posible falta administrativa, la Unidad de Responsabilidades del Órgano Interno de Control inicia una investigación. El proceso sigue estas etapas:
Denuncia o detección de la falta: Se presenta una queja o la autoridad detecta una irregularidad.
Investigación preliminar: Se recaban pruebas y se determina si existen elementos para continuar el proceso.
Procedimiento de substanciación: La autoridad administrativa notifica al servidor público y le concede derecho de audiencia.
Resolución y sanción: Dependiendo de la gravedad de la falta, la sanción puede ser impuesta por el Órgano Interno de Control (faltas no graves) o por el Tribunal de Justicia Administrativa (faltas graves).
3. Ejemplos de responsabilidades administrativas y sus implicaciones
Para comprender mejor las consecuencias de las responsabilidades administrativas, a continuación presentamos algunos casos ficticios que ilustran situaciones recurrentes sancionadas por la autoridad y cómo una adecuada defensa puede lograr mejorar la situación jurídica del servidor público.

Faltas administrativas no graves
Caso 1: La omisión en la supervisión
Laura es jefa de departamento en una dependencia gubernamental. Como parte de sus funciones, debe supervisar que su equipo entregue informes trimestrales a la dirección general. Sin embargo, por falta de organización, no revisa que los reportes se hayan entregado en tiempo y forma. La omisión es detectada en una auditoría, y aunque no causó un daño significativo, se le impone una sanción de suspensión temporal por negligencia en su función.
Un abogado experto en derecho administrativo podría demostrar que la omisión de Laura no fue dolosa ni reiterada, sino producto de una sobrecarga de trabajo o falta de capacitación en procesos de supervisión. Argumentando estas circunstancias, se podría reducir la sanción o incluso solicitar una amonestación en lugar de una suspensión.
Caso 2: Uso indebido de recursos públicos
Carlos, empleado administrativo en una secretaría estatal, utiliza regularmente la impresora de la oficina para imprimir documentos personales. Aunque al principio solo imprimía algunas páginas, con el tiempo empezó a hacer uso excesivo de insumos sin autorización. Durante una revisión interna, se detecta esta práctica, y la autoridad le impone una amonestación con apercibimiento para que no reincida.
En la defensa de Carlos, un abogado podría argumentar que no existió un perjuicio significativo a la administración pública y que la conducta no fue reiterada. Además, si no existía una normativa clara sobre el uso de insumos en la oficina, se podría alegar que el servidor público actuó sin conocimiento de que su conducta era sancionable.
Caso 3: Retraso en la declaración patrimonial
María, quien ocupa un cargo en una oficina gubernamental, olvida presentar su declaración patrimonial en el plazo establecido por la ley. Aunque se regulariza al recibir un aviso, la autoridad considera su conducta como una falta administrativa no grave y le impone una sanción de suspensión temporal como medida correctiva.
Un abogado especializado en responsabilidades administrativas podría demostrar que el retraso de María fue por causas justificadas, como fallas en el sistema de declaración o errores administrativos. Presentando pruebas de que la omisión fue corregida sin intención de ocultar información, se podría lograr que la sanción se limite a una amonestación.

Ejemplos de faltas administrativas graves
Caso 4: Cohecho y conflicto de interés
Jorge es director de adquisiciones en una institución pública. Un proveedor le ofrece un viaje todo pagado a cambio de otorgarle un contrato gubernamental. Jorge acepta la oferta y asigna el contrato sin considerar otras propuestas. Posteriormente, se descubre la irregularidad en una auditoría. Se le impone una sanción de inhabilitación para ejercer cargos públicos por 10 años y una multa económica equivalente al monto del contrato.
Jorge necesitaría un abogado que revisara el debido proceso en la investigación. Si no se siguieron correctamente los procedimientos de auditoría o se vulneraron sus derechos de defensa, se podría solicitar la nulidad de la sanción. Además, si no hay pruebas directas del beneficio recibido, se puede alegar falta de certeza jurídica.
Caso 5: Peculado y desvío de recursos
Sofía trabaja en el área financiera de una entidad gubernamental y es responsable de gestionar los viáticos de altos funcionarios. Al notar que el control es deficiente, transfiere parte de estos recursos a una cuenta personal y altera comprobantes para ocultarlo. Tras una investigación, la autoridad determina que incurrió en peculado, lo que deriva en su destitución e inhabilitación, además de enfrentar un proceso penal.
La defensa de Sofía podría centrarse en demostrar que no existió un beneficio personal o que los documentos alterados no generaron un daño patrimonial al Estado. Un abogado podría presentar pruebas de la procedencia legítima de los fondos y argumentar una falla en el sistema de control interno, reduciendo así la sanción.
Caso 6: Abuso de funciones
Ramón, supervisor en una delegación, utiliza su autoridad para favorecer a su familia en trámites administrativos. Acelera permisos y aprueba gestiones sin seguir el procedimiento legal. Cuando se detecta la irregularidad, se le sanciona con inhabilitación por 15 años y una multa proporcional al daño generado.
Un abogado defensor podría argumentar que Ramón no actuó con la intención de obtener un beneficio indebido, sino que simplemente desconocía ciertos protocolos administrativos. Si no se demostró daño patrimonial o si el procedimiento sancionador tuvo vicios de legalidad, se podría impugnar la sanción.

En cada uno de estos casos, la asesoría legal puede marcar la diferencia entre una sanción severa o una resolución favorable para el servidor público involucrado. Un abogado especializado en responsabilidades administrativas puede analizar las pruebas, argumentar la inexistencia de dolo o intencionalidad, y buscar alternativas legales para reducir o evitar sanciones.
En cada uno de estos casos, la intervención de un abogado especializado en responsabilidades administrativas puede marcar la diferencia entre una sanción desproporcionada y una resolución justa. A continuación, analizamos las posibles estrategias de defensa para los servidores públicos involucrados en cada situación.
4. ¿Por qué es crucial contar con asesoría legal?
Uno de los errores más comunes que cometen los servidores públicos investigados es enfrentar el procedimiento sin una defensa adecuada. Un abogado especializado puede:
Asesorar sobre los derechos del servidor público y las posibles estrategias de defensa.
Identificar irregularidades en la investigación o en la aplicación de sanciones.
Presentar pruebas y argumentos para minimizar o eliminar sanciones.
Impugnar resoluciones injustas mediante los recursos legales correspondientes.
5. ¿Qué hacer si te notifican que eres investigado?
Si un servidor público es notificado de que está sujeto a un procedimiento administrativo, es importante que siga estos pasos:
Leer con detenimiento la notificación y verificar de qué se le acusa.
Solicitar copias del expediente para conocer las pruebas en su contra.
No responder sin asesoría legal: Cada declaración puede impactar el proceso.
Consultar a un abogado especializado en responsabilidades administrativas para definir la estrategia de defensa.
Evaluar si procede impugnar la acusación o negociar una solución dentro del marco legal.

6. Medios de defensa ante una sanción administrativa
Una vez que la autoridad ha emitido una resolución de sanción contra un servidor público, este aún cuenta con diversas opciones para impugnar la decisión y buscar la revocación o modificación de la sanción impuesta. La Ley General de Responsabilidades Administrativas establece mecanismos de defensa que pueden ser utilizados según el caso específico.
Recursos administrativos
Los servidores públicos pueden interponer los siguientes recursos administrativos ante la misma autoridad que impuso la sanción:
Recurso de revocación: Se presenta ante la autoridad resolutora para solicitar que revise su propia decisión, argumentando errores en la valoración de pruebas o interpretación de la norma.
Recurso de reconsideración: Aplicable en ciertos casos, busca que la misma autoridad reevalúe su determinación con base en nuevos elementos.
Estos recursos deben presentarse dentro de los plazos que establece la ley, generalmente dentro de 15 días hábiles contados a partir de la notificación de la sanción.
Juicio ante el Tribunal Federal de Justicia Administrativa
Si la sanción persiste tras los recursos administrativos o el servidor público decide acudir directamente a una instancia superior, puede interponer un Juicio Contencioso Administrativo ante el Tribunal Federal de Justicia Administrativa (TFJA) o sus homólogos en las entidades federativas.
En este juicio, el servidor público puede argumentar violaciones al debido proceso, falta de pruebas suficientes o errores en la interpretación legal. Este procedimiento busca obtener la nulidad, modificación o reducción de la sanción impuesta.

Juicio de Amparo
Si el servidor público considera que la sanción vulnera sus derechos fundamentales, puede acudir al Juicio de Amparo ante un tribunal federal. Este mecanismo protege contra actos de autoridad que violen garantías constitucionales, como el derecho a una defensa adecuada o a un debido proceso.
El amparo puede suspender temporalmente la ejecución de la sanción mientras se resuelve el fondo del asunto, evitando daños irreparables para el servidor público.
Negociación y acuerdos
En algunos casos, la autoridad y el servidor público sancionado pueden llegar a acuerdos dentro del marco legal, como la reducción de la sanción a cambio de cooperación en investigaciones o la implementación de medidas correctivas.
Contar con asesoría legal especializada es fundamental en esta etapa, ya que un abogado experto puede identificar la mejor estrategia de defensa y evitar que el servidor público enfrente consecuencias más severas de las que realmente corresponden a su caso.
Conclusión
El desconocimiento de la Ley General de Responsabilidades Administrativas puede poner en riesgo la estabilidad laboral y el futuro profesional de los servidores públicos. Es fundamental que quienes enfrentan una investigación cuenten con el acompañamiento de expertos en la materia.
En Zönum Legal, ofrecemos asesoría y representación a servidores públicos sujetos a procedimientos administrativos. Si necesitas apoyo legal, contáctanos. Proteger tus derechos es nuestra prioridad. Olga Angélica Hernandez Gutierrez
Abogada | Asociate Jr en Zönum Legal

Comments